Diciembre del 1997-diciembre del 2022 : ¡25 años de presencia en la diócesis de Diébougou, Burkina Faso!
El 17 de diciembre, en la catedral de Diébougou, en la Viceprovincia de las Hijas del Espíritu Santo y con el pueblo de Dios, marcamos de forma sencilla y significativa la llegada, hace 25 años, de las primeras hermanas a la diócesis: las hermanas Geneviève GUERNION, «la paz sea con su alma», Marie Paule GUILLEMETTE, Monique GABANA y Agnès OBEMBE.
Esta celebración nos brindó la oportunidad de releer nuestra historia en Burkina Faso. Fue a raíz de la fusión de la Congregación de las Hermanas de Nuestra Señora de Briouze, que ya estaba presente en Koudougou (Burkina Faso), con la Congregación de las Hijas del Espíritu Santo, cuando nos establecimos en suelo burkinés con el apoyo de monseñor Jean-Baptiste SOME, obispo de la diócesis de Diébougou. Recordar este hecho pasado es dar gracias a Dios, Dueño de la mies, que siempre llama a muchos jóvenes y da crecimiento a la Iglesia.
La misa fue presidida por Mons. Der Raphael DABIRE, actual obispo de Diébougou. Dimos gracias a Dios por la confianza siempre dada a nuestra Congregación y por nuestro carisma que da muchos frutos en esta sociedad, cerca de las mujeres y de los jóvenes, a través de la catequesis y el acompañamiento de grupos, en la sencillez de la vida cotidiana y en colaboración con otras personas consagradas. Monseñor nos animó a saber valorarnos unos a otros en la diversidad de nuestros dones y talentos, a acoger nuestra diversidad cultural como un don precioso. El Espíritu crea unidad y comunión.
Las dos Consejeras Generales, hermana Jeannine y hermana Abiola, en su visita canónica, nos animaron en nombre de la Superiora General, Hermana Ann Almodovar, y nos enviaron de vuelta a nuestros diversos lugares de misión para seguir dando testimonio de la gracia de Dios. Al final de la celebración confraternizamos con la gente que había venido a apoyarnos con alegría.
Renovados por esta celebración y con confianza, continuamos juntos nuestro camino al servicio de nuestros hermanos y hermanas. ¡Avancemos hacia las profundidades!