Este último lunes de agosto, en Saint-Brieuc – en Bretaña, Francia – las comunidades de la Casa Madre, las hermanas mayores y algunas residentes de la residencia de ancianos «Jeanne Guernion», se reunieron en torno a la HERMANA DENISE DURAND para dar gracias con motivo de SU CIEN AÑOS ANIVERSARIO.
En su homilía, el padre Gérard Nicole, que celebró la misa, dijo: «Os habéis dejado llevar por la evidencia: ¡Dios existe y lo habéis conocido! »
La Hermana Denise nació en el pueblo de La Méaugon, cerca de St Brieuc, en el departamento de Côtes d’Armor, de madre bretona del departamento de Finistère y padre de Nevers, en el centro de Francia. Mientras aprendía a coser, la Hermana Denise conoció a las Hijas del Espíritu Santo y decidió hacerse monja. Su padre se negó: «Cuando seas mayor de edad, podrás hacer lo que quieras. Mientras tanto, irás a trabajar». A los 20 años, la hermana Denise hace su profesión religiosa. Se convierte en educadora de niños con grandes dificultades y es enviada a los Pirineos, a Oloron Sainte-Marie. Su madre, que nunca había salido de su Bretaña natal, se asombra: «¿Qué habrá hecho para que la envíen allí?»
Gérard Nicole terminó su homilía diciendo: «Hermana Denise, es evidente: Dios te ha amado y tú le has amado». Al final de la misa, las hermanas africanas, que habían estado visitando la Casa Madre en agosto, rodearon a la Hermana Denise y compartieron su alegría con ella bailando y cantando. ¡Fue un regalo maravilloso!
Hoy, la Hermana Denise vive en la Casa Jeanne Guernion. Acoge a todos los que vienen a visitarla con mucho humor, siempre contenta: «¡Todo el mundo es amable conmigo! Tengo suerte de estar aquí». Su misión en el corazón del mundo continúa, en silencio, pero con gran delicadeza y humildad…
Por Pascale JUDIC,
coordinadora de la comunidad de residencias de ancianos Sœurs aînées.
Publicado el 31 de agosto de 2023