Todo el mundo sabe que en 2024 los Juegos Olímpicos y Paralímpicos se celebrarán en Francia, y en su mayor parte en Seine-Saint-Denis, departamento limítrofe con París.
El sábado 9 de marzo de 2024, las capellanías de los institutos y el CCFD (Comité Católico contra el Hambre y por el Desarrollo) invitaron a los jóvenes a una tarde de «Deporte y Fe» bajo el título «Las Olimpiadas de la Solidaridad».
Ochenta chicos y chicas aceptaron la invitación. Durante la tarde, cada grupo participó en una serie de deportes – tiro con arco, baloncesto, etc. – en los que se debatieron valores y contravalores para ponerse de acuerdo sobre lo que se comunicaría a los demás grupos. He aquí algunas instrucciones: «Mantener la motivación, no culpar a los demás, tolerancia, perseverancia, valor, ayuda mutua, respeto, solidaridad, compromiso». Al final, se eligieron 3 palabras: confianza, solidaridad y perseverancia, porque, al igual que en nuestra fe, intentamos vivir estas actitudes todos los días en la escuela repartiendo alegría y fraternidad a nuestro alrededor.
Después de un refrigerio, Gilles, estudiante de Derecho de 18 años y árbitro de fútbol, dio su testimonio sobre «Deporte y fe». He aquí algunos extractos:
«Fui bautizado y recibí la Sagrada Comunión, y fui a la escuela católica Cabrini, que acoge a alumnos desde la guardería hasta la enseñanza superior.
» … Mi relación con Dios no siempre fue fácil, no me sentía realmente cristiana, no tenía esa chispa. Un día algo hizo clic, ¿y cómo? No sabría decirlo: me levanté, desayuné, me metí en Internet para buscar la Biblia y empecé a leer el Génesis 1 y 2… Fue leyendo estas historias como me sentí cristiano, porque estaba descubriendo los valores que transmite la Biblia: perseverancia, amistad, amor al prójimo, valores cristianos esenciales en la vida cotidiana…».
«En cuanto al deporte, siempre me ha gustado el fútbol, he sido jugador, entrenador y ahora árbitro. Cuando eres árbitro, no tienes derecho a equivocarte, tienes que ser recto y disciplinado, y la disciplina también se encuentra en la fe: Dios? Un día le queremos, al día siguiente no, ¡siempre es lo mismo!
La tarde terminó con la celebración de la Eucaristía en la parroquia, donde Chloé también compartió su experiencia de las vacaciones de febrero en Taizé (sede de una comunidad monástica cristiana ecuménica):
«En febrero, fui a Taizé con otros jóvenes del departamento y de todo el mundo. Fue una gran experiencia de oración y de compartir. Estando con otros, descubrimos los valores de la solidaridad y la fraternidad, aunque sólo fuera cantando, viviendo momentos de alabanza, y también prestando un servicio gratuito para descubrir el mundo y la Iglesia universal. Francamente, en nuestra vida de jóvenes, éste es un momento importante que esperamos que todos puedan vivir. »
Para concluir, se cantó este estribillo:
«Y si el deporte pudiera sanar la tierra
De todos estos males, de todas estas guerras
Convertirse en el eje prometedor
Para el nacimiento de un mundo mejor».
Hermana Juliette HOUDEMOND, HES– Publicado el 16 de marzo de 2024