Cuando recibimos el correo aquel día, nos llamó la atención una dirección: «A nuestros queridos vecinos». Inmediatamente pudimos adivinar de dónde venía: era la «Ecole Catholique Chanteclair», en Trégueux, un municipio cercano a la ciudad de Saint-Brieuc, en la región francesa de Bretaña. Francia.
«Nuestros queridos vecinos»… Así nos llaman los alumnos y el personal docente desde que Marion Alloyer, responsable de una clase de CP-CE1 y de esta escuela, nos invitó hace dos años a reunirnos con sus alumnos para responder a sus preguntas sobre quiénes somos los que vivimos en la gran casa que da a su escuela. La carta contenía una invitación para que participáramos en un «DESAYUNO» a las 8.45 de la mañana, una nueva iniciativa destinada a concienciar a los alumnos -desde parvulario hasta CM2- sobre «una dieta equilibrada para gozar de buena salud».
Aquella mañana, nos recibieron en el pasillo de un colegio como si estuviéramos esperando en un autoservicio… y enseguida nos quedamos asombrados al ver a los pequeños de la guardería, ya alineados en filas, avanzando hacia las personas que distribuían el desayuno: chocolate, leche, zumo de frutas, pan con mantequilla o mermelada, fruta, yogur… Luego, para nuestro asombro, les vemos salir, cada uno con su bandeja de desayuno, ¡que unos cuantos padres retienen con cuidado!
A continuación, conducidos por Marion a su aula familiar, Paul, uno de los alumnos, y otros juntos, colocan sus palabras de «Bienvenida» sobre la mesa, mientras algunos de ellos se acercan a nosotros para charlar… Después de este «Desayuno» excepcional, nos unimos a sus diversos juegos. 10h30: tiempo de juego y desahogo. En el contexto de los Juegos Olímpicos, se celebran las Olimpiadas, una serie de juegos y actividades al aire libre… Para nosotros, tras este breve momento inmersos en el contexto escolar, toca volver a la comunidad. ¿Cómo no recordar tantos otros grandes momentos vividos con toda la escuela, incluidas las celebraciones eclesiásticas?
Estos encuentros nos conmueven porque mantienen nuestros vínculos con la historia concreta de nuestra Congregación en tantos municipios de Bretaña, ¡donde la enseñanza y la asistencia domiciliaria eran nuestra pasión y nuestra misión! En Trégueux, las dos primeras hermanas llegaron en 1848 y la primera clase se abrió el 1 de octubre…
Más que la escuela que vemos desde nuestra casa, más que sus clases, lo que nos resulta más profundamente real son los lazos de simpatía, ¡como si el equipo docente actual, al implicar a sus alumnos, quisiera mantener vivo algo del nacimiento de la escuela! Así pues, ¡nuestra más profunda gratitud a todos los que participan hoy en la Escuela Católica Chanteclair!
Armandine, Jeanne, Marie-Thérèse – Hijas del Espíritu Santo. Trégueux. Publicado el 21 de junio de 2024