A cada uno lo suyo… ¡Ya ha llegado mi parte!

Cerrar el año llenos de esperanza y expectación: ¡esa fue la sensación y la convicción que sentimos al recibir las máquinas de coser el 3 de julio de 2024!  Estos regalos de Codas-Caritas de la diócesis de Maroua-Mokolo en Camerún son una expresión concreta del artículo 1 de nuestra Regla de Vida: «Prestar especial atención a los más desfavorecidos dondequiera que seamos enviados».

 Seguimos dando gracias a Dios y al personal de Cáritas y a los profesores de nuestro Centro, que hacen todo lo que pueden para ayudar a los necesitados.
De hecho, en el actual contexto político, social y económico de nuestra región del Extremo Norte, con las atrocidades de la secta islámica Boko-Haram, intentamos vivir nuestra misión de Hijas del Espíritu Santo y, con otros, responder a los gritos de los pobres, los enfermos, los niños, los desplazados internos y las chicas que no van a la escuela. En el pasado, existía un centro de formación para chicas jóvenes en la comunidad de Koza, pero se cerró a causa de la inseguridad… Gracias a Dios, el centro se reabrió oficialmente el 8 de enero de 2024, con 23 «alumnas» – tres chicas se casaron durante el año – y 5 profesoras. Las actividades incluían costura, cocina, bordado, punto, EVA (Educación para la Vida y el Amor), francés y elaboración de alimentos. El principal objetivo de nuestro centro de formación es ayudar a estas niñas y mujeres en situación vulnerable a valerse por sí mismas, a ser independientes y a poder ganarse la vida dignamente.
Nosotras, las profesoras y hermanas de la comunidad, estamos encantadas de ver a estas 20 «aprendices» beneficiarse del regalo de 20 máquinas de coser de Codas-Caritas en nuestra diócesis de Maroua-Mokolo. Cada una de ellas se puso delante de su máquina, sonriendo ampliamente mientras expresaba su gratitud a los donantes, profesores y hermanas con gritos de alegría, aplausos y un canto unánime de «A cada uno lo suyo… mi parte ha llegado…».

El día terminó con un vaso de agua compartido por todos. Gracias a todos por vuestras múltiples formas de apoyo. Que Cristo siga reavivando nuestro espíritu de generosidad para que podamos ser siempre su presencia amorosa en medio de nuestros hermanos y hermanas en cada situación difícil.

El equipo de formadores (Jacqueline, Amina y André) y las hermanas HES de la comunidad de Koza (Monique, Justride, Odette y Christine). Publicado el 9 de julio de 2024

 Foto 1: El grupo de los que recibieron formación
Foto 2: Los regalos – Las máquinas de coser
Foto 3: La alegría de recibir y la esperanza de mejorar las condiciones de vida
Foto 4: El equipo de formadores y un representante de Codas-Caritas