HAYES Maire Theresa

Nombre en la vida religiosa: Hermana Marie Simon
Año de profesión: 18 de abril de 1967
Edad: 83 años
Nacida el 13 de marzo de 1941
Fecha de defunción Martes 5 de noviembre de 2024
Fecha y lugar del funeral: 28 de noviembre, Olney

Sus principales obediencias fueron: Enseñanza en Birmingham; Pastoral y trabajo social en Chile; Acompañamiento de novicias y junioras profesas; Directora de Asociadas; Coordinadora Interreligiosa y de Justicia y Paz.

La hermana Maire Hayes falleció el 5 de noviembre a la edad de 83 años. Maire había sufrido una grave apoplejía unos seis meses antes y, tras una valiente lucha, falleció en paz en Burlington Hall. Era una profesora entusiasta y dinámica y utilizaba su don en diversos ámbitos, ya fuera en la escuela o con los Asociados. Un Asociado escribió: « Ella era muy buena en capacitar a los Asociados para utilizar sus diversos dones y asumir la responsabilidad de organizar a los Asociados en la provincia.  Siempre recordaré la conversación que mantuvimos en la sala de estar cuando me preguntó si yo creía que los Asociados podían «dirigir el espectáculo por sí mismos » !.  Echaremos de menos su humor y su orientación a lo largo de los años en que fue responsable de nosotros.

De 1981 a 2002 formó parte de la entonces viceprovincia de Chile, un pueblo y un país que amó hasta el final de sus días. En 2003 regresó al Reino Unido y asumió un enérgico ministerio con diversos grupos interreligiosos y de justicia y paz durante los 20 años siguientes. También fue directora de Asociados y luego asistente de la directora. En los dos últimos años apoyó a las hermanas ancianas de Burlington Hall

.Las numerosas visitas que Maire recibió durante los últimos meses de su vida son testimonio de su gran capacidad para la amistad y el trabajo en red. Muchos la echarán de menos. Como dijo otro colega: «Tenía una gran conciencia de los más pobres de la sociedad e hizo mucho para mejorar su suerte, así como para concienciar a los demás». Vivió el artículo 18 de la Regla de Vida: «Debemos escuchar el clamor de los pobres y hacerlo nuestro».

¡Que Dios la acoja en su luz!