En espíritu de colaboración y solidaridad con el mensaje del Santo Padre sobre la sinodalidad, la Viceprovincia de las Hijas del Espíritu Santo, Nigeria, organizó un taller de tres días para las hermanas de votos perpetuos sobre el tema «Relaciones intergeneracionales y sinodalidad de las Hijas del Espíritu Santo» en el Centro de Retiros Renee Burel, Ilesa, Nigeria, del 9 al 12 de junio de 2022.
El Rev. P. Chikere Ugwuanyi SJ fue el facilitador del taller. El objetivo principal del taller era ayudar a la Viceprovincia a reforzar su vida comunitaria y su compromiso con la misión de la Iglesia sin crear una brecha entre las generaciones más jóvenes y las más mayores.
El taller fue tanto más significativo y apropiado cuanto que tuvo lugar poco después de la efusión del Espíritu Santo en la fiesta de Pentecostés. Un símbolo utilizado para la oración de apertura fue una imagen que representaba Pentecostés: el descenso del Espíritu Santo sobre los Apóstoles. También fue significativo que siete hermanas rezaran en diferentes idiomas con los siete dones del Espíritu Santo.
El contenido del taller se resumió en el artículo 51 de la Regla de Vida: «Los que empiezan a vivir en la congregación aportan su dinamismo y atención a las llamadas del Espíritu en los contextos del mundo actual. Los que ya han estado en la congregación pueden haber adquirido una mayor sensibilidad a su carisma, y una humilde disponibilidad al Espíritu. Nos necesitamos mutuamente para estar abiertos a todo lo que el Espíritu está haciendo en este tiempo y así contribuir con nuestra parte a la esperanza del mundo«.
A través del concepto de sinodalidad en la historia de la Iglesia, el padre Chikere Ugwuanyi señaló que la sinodalidad presupone una comunidad de personas que caminan y trabajan juntas; y la primera comunidad conocida es la Santísima Trinidad. También trazó el relato de la creación y el propósito que Dios tenía al crear al hombre: Dios quería que el hombre participara en la vida y la comunión de la Trinidad. La Iglesia creada por Jesús tiene una misión. El cumplimiento de esta misión depende del esfuerzo de cada miembro: por eso el proceso por el que cada miembro se implica y participa en la misión de la Iglesia se llama «sinodalidad».
Hablando de la necesidad de tratar las manifestaciones de la brecha generacional en la vida religiosa, el P. Chikere citó algunos temas que deben ser explorados como guías, tales como la escucha, la celebración, la autoridad/participación, el discernimiento y la decisión. Por último, destacó algunas prácticas importantes que podrían utilizarse para salvar las diferencias o construir relaciones más saludables. Entre ellas se encuentran la consideración de paete de los líderes, del respeto, el amor por los miembros mayores de la congregación, la confidencialidad, la confianza mutua, etc.
En conclusión, el facilitador señaló que el principal beneficio de la sinodalidad que se debe desear alcanzar es que puede llevarnos a donde Dios mismo quiere.
Por la Hna. Abah Grace DHS y la Hna. Patience Effiong DHS.
Publicado el 18 de junio de 2022