Juliana nació en un pueblo situado a 1,5 km de Touloum, una ciudad de la región del Extremo Norte de Camerún donde las Hijas del Espíritu Santo dirigen un Centro de Promoción de la Juventud Femenina (CPJF).
De familia polígama, es la hija mayor de su madre, la primera esposa de su padre. La pequeña Juliana no tenía problemas de salud y asistía con normalidad a la escuela pública… cuando, durante el recreo de 2002 -tenía 12 años-, ¡se subió a un árbol, se cayó y se rompió la mandíbula! Este incidente le provocó un tumor mandibular.
Recibió tratamiento en varios centros sanitarios, pero sin éxito aparente. Juliana abandonó los estudios y se quedó en casa para hacer frente a su dolor: tenía la barbilla infectada, hinchada y deformada. Le da vergüenza estar con niños de su edad y cada vez se siente más sola y aislada de todo el mundo.
Fue en 2010 cuando las Hijas del Espíritu Santo de Touloum la descubrieron durante una de sus visitas pastorales. Tras varias reuniones con ella y su familia, las hermanas decidieron llevarla a su casa para hacerle un buen seguimiento, sobre todo nutricional, e inscribirla, tras analizar sus necesidades, en el programa «Fondo Liliane». Julienne se quedó con las hermanas de 2011 a 2017. Una vez que el «Fondo Liliane» aceptó sus cuidados, se sometió a varias intervenciones quirúrgicas y tratamientos, año tras año, de 2012 a 2021, en el hospital regional de Yagoua (54 kms), Garoua (226 kms), en el hospital de distrito de Pette y en el hospital noruego de N’Gaoundéré (501 kms).
Para que pueda valerse por sí misma, Juliana se beneficiará, de 2011 a 2013, de dos años de formación en costura en el Centre de Promotion de la Jeune Fille de Touloum. Para permitirle cubrir sus necesidades y llegar a ser económicamente independiente, las Hijas del Espíritu Santo le ayudaron a comprar una máquina de coser con un suplemento de 20.000 francos del «Fondo Liliane», además de los gastos de estos dos años de CPIF.
En 2021 se someterá a otra operación: ¡su estado ha mejorado y le han extirpado el tumor! Activa, llena de vida, goza de buena salud a pesar de sus frecuentes dolores de cabeza.
Hoy, además de coser, trabaja como cocinera para el director del Hospital Diocesano de Touloum. Muy contenta de haber recuperado la forma normal de la mandíbula y la cara, es independiente y se siente muy realizada. Ha seguido vinculada a las HES de Touloum y las considera una segunda familia. Está muy agradecida y en deuda tanto con ellas como con el «Fondo Liliane».