Conocernos

1706. En el puerto del Légué, en la bahía de Saint-Brieuc, en Bretaña, Francia, el 8 de diciembre 1706, dos mujeres de condición modesta, Marie Balavenne y Renée Burel, se comprometen a vivir juntas para servir a Dios, sirviendo a los pobres, enfermos y niños. Don Jean Leuduger, sacerdote diocesano, director de las Misiones de Alta-Bretaña, les anima y apoya.

1733. Las Hermanas solicitan y reciben la aprobación oficial de la Iglesia diocesana. Son conocidas bajo el nombre de ‟Hermanas de la Caridad de Plérin» o ‟Hermanas Blancas» o ‟Hijas del Espíritu Santo». Las ‟Casas de Caridad» están establecidas sobretodo en las parroquias del campo.

1789. Revolución Francesa : supresión de las Congregaciones Religiosas. Las 75 Hijas del Espíritu Santo tienen que dispersarse, pero guardan en su corazón la fidelidad al carisma: ‟Amar y servir a Jesucristo en la persona de los pobres.» Terminada la Revolución, la mayoría de las comunidades llegan a reconstituirse y otras se fundan en toda Bretaña.

Siglo 19 En la sociedad del siglo 19, las Hijas del Espíritu Santo se entregan al servicio de los pobres de todas las maneras posibles, especialmente en periodos de epidemias: cólera, disentería, tífus… Buscan como responder a las necesidades de su tiempo. Viven sencillamente en medio del pueblo y participan en las oraciones de la parroquia.

1901-1905. En 1902, a causa de las leyes de laícización, las escuelas se cierran unas tras otras, y las Hermanas tienen que refugiarse en el extranjero. Entonces, la Congregación se abre hacia el exterior: Bélgica, Holanda, Gran Bretaña, Estados Unidos, Canada. Para las Hermanas, esta confrontación con culturas diferentes modifica y enriquece su manera de vivir el servicio de Dios y de los pobres.

Siempre, para responder a los llamados de la Iglesia, la Congregación envía Hermanas :
– en 1936, en Mandchuria, de donde fueron expulsadas en 1951 por el regimen comunista
– en 1954, en Camerún Norte
– en 1962, en Chile
– en 1964, en Nigeria
– en 1974, en Tchad
– en 1979, en Perú
– en 1994, en Burkina-Faso
– en 1994, en Rumania.

1994. La Congregación de las Hermanas de Nuestra Señora de Briouze,Normandia, fusiona con la Congregación de las Hijas del Espíritu Santo.

1987. Compromiso de los primeros asociados en los Estados Unidos. 1996. Reconocimiento oficial de los asociados, hombres y mujeres atraidos por la tradicion espiritual de la Congregacion para el desarrollo de su vida bautismal y el servicio del Evangelio.

2003. La Congregación de las Hermanas Hospitalarias del Espíritu Santo de Poligny, Jura, fusiona con la Congregación de las Hijas del Espíritu Santo.

2003. Fundación de la Rama Secular Hijas del Espíritu Santo (laícas consagradas)

Las Hijas del Espíritu Santo son una congregación religiosa nacida en 1706 en Bretaña. Los dos fundadores, de origen modesto, Marie Balavenne, viuda, y Renée Burel eran del puerto de Légué y de la parroquia de Plérin, cerca de Saint-Brieuc (Côtes-d’Armor), donde la pobreza era flagrante a principios del siglo XVIII. .siglo Se comprometen a vivir juntos con sencillez en este pueblo, para el servicio de Dios, de los pobres, de los enfermos, de los niños. Los alienta el padre Jean Leuduger, sacerdote diocesano, doctor en teología, director de las Misiones de la Alta Bretaña.

Las Religiosas Apostólicas son mujeres captivadas por Cristo, que se comprometen con votos a seguirlo. Le consagran toda su vida en castidad, pobreza, obediencia.

Viven en comunidades con otras Hermanas. La oración, personal y comunitaria, está en el corazón de su vida cotidiana. Viven en comunidades con otras Hermanas. La oración, personal y comunitaria, está en el corazón de su vida cotidiana.

Juntas, en Iglesia, quieren ser atentas a la voz del Espíritu Santo, y se esfuerzan, con otros, de manifestar con actos, la palabra de Jesús :«Lo que hicieron con los más pequeños que son mis hermanos, lo hicieron conmigo.» Mt. 25

En la fraternidad vivida, la puesta en común de lo que tienen y de lo que son, buscan vivir una solidaridad cada vez más concreta con los menos favorecidos, y entre las Hijas del Espíritu Santo de todos los países.

Los Asociados son hombres y mujeres, de todos orígenes y de todas las edades, atraídos por el carisma y la espiritualidad de las Hijas del Espíritu Santo. Es así que se comprometen a vivir este carisma y espiritualidad en su vida cotidiana: familia, trabajo, tiempos libres, en sus compromisos en la Iglesia y /o en la sociedad. Tienen regularmente encuentros y participan en reuniones de formación, jornadas de retiro, retiros espirituales. Los Asociados llegan a ser más y más numerosos en todos los países donde está presente la Congregación. Desde algunos años, los lazos van desarrollándose entre ellos al nivel nacional y internacional.

Las Laícas Consagradas son mujeres solteras, enraízadas en su consagración bautismal, comprometidas con los votos evangélicos de celibato, pobreza, obediencia en la Rama Secular Hijas del Espiritu Santo. Viven de la espiritualidad de la Congregación de las Hijas del Espíritu Santo y según sus propios estatutos reconocidos por la Iglesia. Una vez al año se reunen en asamblea general y cada una encuentra regularmente un pequeño grupo de otras Laícas Consagradas Hijas del Espiritu Santo, para vivir un tiempo de fraternidad, de compartir de la Fe y de oración juntas.

Por su presencia sencilla, discreta, como levadura en medio del mundo, testifican de su consagración. Permanecen cercanas y solidarias de las personas que encuentran, particularmente de los menos favorecidos. Están presentes en Los Estados Unidos, Chile y Francia.